domingo, 20 de septiembre de 2015

Mis lecturas del verano

 Creo que esto de la lectura se me está yendo un poco de las manos. Este verano leí nada más y nada menos que 26 libros. Bueno, haciendo un poco de trampita, porque uno ya lo tenía empezado desde hace meses y sólo me faltaban un par de capítulos.

Un día la Princess, delante de unos gintonics, me dijo: "Neni, tus posts sobre libros son un auténtico coñazo". A veces nos decimos estas cosas, pero sólo porque nos queremos muchi. A otras amigas menos amigas no se lo permitiría, pero mis nenis son mis nenis. Así que voy a procurar ser breve.

- Tokio Blues (Haruki Murakami): Este autor siempre me pone triste, pero no puedo decir que no me gusten sus libros. Me gustan, pero me dejan un regustillo amargo.

- Los cuentos de Beedle el bardo (J. K. Rowling): El libro que Hermione hereda de Dumbledore recopila historias de magos y brujas de todos los tiempos. Entre esos cuentos está el de los tres hermanos y las reliquias de la muerte, que aparece en el último libro de la saga.

- Las vírgenes suicidas (Jeffrey Eugenides): A pesar de que el título del libro es un spoiler como una casa, el libro es entretenido. Confieso que no vi la peli. 

- El club de los poetas muertos (N. H. Kleinbaum): Confieso que tampoco vi la peli, y que siempre pensé que el libro sería más largo. 

- El diario de Noah/The Notebook (Nicholas Sparks): Esta peli sí que la vi, y lloré carros de mocos como todo el mundo. El libro también está bien, pero creo que la peli me gustó más (nunca pensé que fuera a decir algo así!!). 

- Forrest Gump (Winston Groom): Y aquí llega lo increíble. La peli la vi unas chorrocientas veces. Cada vez que la dan en la tele la tengo que ver, igual que Pretty Woman. Me parece una obra maestra y siempre me emociona. Pero... el libro me pareció un mojón como una casa. Un truño muy gordo que no tiene casi nada en común con la película. 

- Diario de un skin (Antonio Salas): Me parece impresionante el nivel de peligro al que se expuso este periodista al infiltrarse en organizaciones tan peligrosas, pero el libro me aburrió bastante.

- Pulp (Charles Bukowski): Más raro que un pie. Y mira que a mí me gusta lo surrealista, pero creo que esto ya es pasarse.

- Historia de una maestra (Josefina Aldecoa): Cuenta en primera persona la vida de una maestra que trabaja de pueblo en pueblo, junto a su marido, desde los años 20 hasta la Guerra Civil. Me gustan las historias de mujeres fuertes.

- El tiempo entre costuras (María Dueñas): A raíz de leer el libro me dieron ganas de ver la serie. Me encanta la capacidad de adaptación de la protagonista, Sira Quiroga, que empieza siendo una chiquilla dependiente y no le queda más remedio que transformarse en una mujer valiente.

- ¿Cada cuánto hay que echar a lavar un pijama? (Luis Piedrahita): Hacía tiempo, mucho tiempo, que no me reía a carcajadas con un libro. A carcajadas de estas que te hacen asomar una lagrimita y luego tienes como agujetas en la barriga. Me encanta este pequeño ser llamado Luis Piedrahita.

- Diario de una volátil (Agustina Guerrero): Un cómic que tiene como protagonista a una autocaricatura de la autora. Me encantan sus historietas y me identifico con la mayoría.

- Dios hizo el mundo en siete días... y se nota (Luis Piedrahita): Con este también me reí, pero no tantísimo como con el del pijama. El otro me dejó el listón muy alto.

- Supera tu pasado (Francine Shapiro): Me faltaban un par de capítulos y lo tenía en espera. Es un libro para psicólogos y también para público en general, y trata sobre la superación de los traumas.

- Ética para Amador (Fernando Savater): Como no me lo mandaron leer en el instituto (increíble!), tenía la espinita. Está bastante bien.

- Mi niño no me come (Carlos González): Orientado a mamis y papis. Se basa en la idea de que no hay que obligar a comer a los niños pequeños. Si algún día soy mami, lo voy a releer.

- El diario de Bridget Jones (Helen Fielding): La peli la vi cientos de veces, pero a cachos. Nunca la vi entera. El libro me pareció un truño, y Bridget una perra del infierno que se llama gorda a sí misma por pesar 59 kilos. Anda y vete a pastar, maja. ¿Entonces yo qué soy, una orca asesina?

- El viejo y el mar (Ernest Hemingway): Me pareció un poco triste. No sé, el pobre viejo ahí solo en su lancha tantos días, y acompañado por un pez gigante que lo arrastra... Me dio penica el pobre.

- La metamorfosis (Franz Kafka): Es un libro bastante horrible. Será una obra maestra y todo lo que quieras, pero yo no le encuentro el punto a que el pobre Gregorio se convierta en un bicho asqueroso que es repudiado por su propia familia.

- Curar el trauma (Peter A. Levine): De nuevo, otro libro pensado para profesionales pero también para público en general. Absolutamente recomendable.

- Los cien golpes (Melissa Panarello): Hay que ver cómo está la juventú. Con 16 años, la Melissa era un poco cochinota. Bueno, un poco bastante cochinota. Digamos que estaba algo obsesionada la chiquilla.

- Otra vuelta de tuerca (Henry James): Cuando estaba en la universidad, la directora de mi colegio mayor nos recomendó este libro, avisando que daba un poco de miedo. Nunca me atreví a leerlo hasta ahora. En realidad, a pesar de que trata sobre fantasmas, no da tanto miedo. Pero el final me dejó un poco con la sensación de que faltaban capítulos.

- Tu sexo es tuyo (Sylvia de Béjar): Un libro divulgativo, enfocado sobre todo a mujeres, que tiene como objetivo realizar educación sexual para adultas y romper antiguos tabúes.

- Grandes esperanzas (Charles Dickens): Me daba rabia que Matilda con 5 años ya lo hubiera leído, y yo con 32 no. Se me hizo un poco largo.

- En los zapatos de Valeria (Elisabet Benavent): Otro libro cochinote.

- Valeria en el espejo (Elisabet Benavent): Segunda parte del libro cochinote.

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