miércoles, 31 de diciembre de 2014

#2015enpositivo: reto de "Los juegos de Dragona"

 Hace unos días, Aida de Los Juegos de Dragona propuso una fiesta de enlaces (información aquí) con todas las cosas conseguidas este año. Aún estáis a tiempo de uniros a la iniciativa, me parece una idea genial para hacer balance de los últimos meses, valorar lo positivo y sacar aprendizajes de lo negativo.

Vamos con mi lista, ¡2014 fue para mí un año maravilloso!

- El año empezó algo torcido, con alergia, gripe y ciática. Fueron unas semanas de inactividad en las que me tiraba de los pelos, porque necesitaba buscar un local para montar la consulta y no podía moverme de casa. Pero cuando me fui poniendo un poco bien, me enteré de que ponían un piso en alquiler, bastante bien situado, y apto para poner la consulta y para vivir. Fui a verlo, y fue un flechazo inmediato, era el piso perfecto para mí y para mi actividad. Y lo mejor es que los dueños del piso también buscaban a una persona como yo para alquilarlo. Llevo desde marzo viviendo en mi nuevo piso. La mudanza fue una auténtica locura, eso sí que no me apetece recordarlo! (aunque tengo que reconocer que en ese caso también tuve mucha suerte, entre mis hermanos y una amiga suya con furgón, no tuve que contratar ninguna empresa de mudanzas).

-  Tras meses de trámites y de patear oficinas, monté la consulta. Mi madre me ayudó un montón, enseñándome a usar el Excel y acompañándome a las gestiones. De broma ya decíamos que parece la madre de la Pantoja. Me da igual tener 31 añazos y que mi madre me acompañe, me parecería una tontería muy grande querer hacerlo todo yo sola teniendo a mi lado a alguien que sabe tanto y que aún encima es mi madre. Y lo bien que lo pasamos tomando café entre gestión y gestión.

- En junio me concedieron el permiso, pusimos los carteles en la fachada, y celebramos una pequeña inauguración para familia y amigos. Ese día fue un símbolo de todo el apoyo que tengo a mi alrededor, y creo que lo recordaré siempre. Mi madre me compró un vestido rojo monísimo para ese día, pero al final preferí ponerme una blusa que fue de mi abuela. Gran parte de lo que soy se lo debo también a ella, así que esa blusa fue mi pequeñito homenaje. 

- Hace un año yo era una niña asustada, temerosa e insegura. Ahora no es que sea el colmo de la valentía, pero todo este viaje hacia el autoempleo me hizo ganar en autoconfianza, maduración y crecimiento personal. Los que me conocen dicen que di un giro de 180 grados, y yo también lo noto. Y lo que es mejor, quiero seguir en este camino de crecimiento personal durante toda la vida, porque siempre hay muchas cosas que aprender y sé que ahora puedo.

- También estoy consiguiendo (poco a poco porque tampoco se pueden pedir peras al olmo) ser más organizada. Con el papeleo y demás no me queda más remedio que tener todo al día y ordenadito. La parte privada de la casa (cocina, salita y dormitorio) ya es otro cantar, tengo todo muy limpiño pero sigo siendo un poco desordenada. Pero lucho contra ello, y confío en que algún día tendré la casa tan recogida que parecerá deshabitada. Palabrita.

- Siempre digo que la consulta no la monté yo, sino que la montamos entre mi madre, mis hermanos y yo. Sin su apoyo y su ayuda no conseguiría ni la mitad de logros que conseguí, ya no sólo este año, sino durante toda la vida. Tengo en casa un apoyo incondicional y que vale un mundo, y me considero una privilegiada en ese sentido.

- El verano fue bastante chungo, aunque yo ya estaba sobre aviso: los primeros meses de un negocio son perrunos. La recompensa a tanto trabajo tardó unos meses en llegar, pero poco a poco se van viendo los frutos. Aprendí a desarrollar un realismo optimista, según el cual las cosas van a acabar yendo bien con un poco de suerte y mucho trabajo, pero sabiendo que hay dificultades en el camino. Nada de optimismo exagerado happiyuppiflowerpower, pero tampoco pesimismo.

- Ya fuera del terreno laboral, en enero me puse a dieta. Llevo un año, UN AÑO!!!! a dieta, aunque no estricta, y conseguí bajar unos 7 kilos. Puede no parecer mucho, pero ahora veo fotos del fin de año pasado y me veo una cara de pandereta que tira patrás, y unos brazacos importantes. Y ya cuando pienso que 7 kgs. corresponden a una garrafa de agua y dos cartones de leche que llevaba carretando en mi señor pandero, pienso que sí, que algo de mérito tendré. Con lo que me gusta comer, cagonlamarepollito, y lo que engorda todo lo rico.

- Hace unos meses todo el mundo me empezó a decir que me parezco a la informática de Mentes Criminales. Todo el mundo. No físicamente, me aclaraban, sino en la forma de vestir, los colorinchis, las gafitas, y la fobia a la sangre. Puse una foto en el facebook, y de nuevo TODO EL MUNDO estaba de acuerdo, incluso alguna gente me decía, "ah, sí, lo estuvimos hablando en el grupo de whatsapp mis primos y yo el otro día". WTF?? En esa foto, Penelope sale con el pelo de un naranja precioso, y me encapriché. Desde entonces me pasé de los rojos a los naranjas, a ver cuánto me dura.



¡Y creo que esto es todo!, aunque seguro que se me escapa algo. 2014 fue un año genial, y espero que el 2015 sea aún mejor.


¡Animaros a hacer vuestro post de #2015enpositivo!!

martes, 23 de diciembre de 2014

Mis lecturas del otoño

Ahora que el invierno ya está aquí, toca hacer repaso a todos los libros que leí durante los últimos tres meses. Allá van: 

- Edad prohibida (Torcuato Luca de Tena): Cuenta la historia de Anastasio, el director de la cárcel donde está preso Enrique, uno de sus amigos de la adolescencia. El libro narra las vivencias de Anastasio, Enrique y su pandilla desde la niñez, sus gamberradas, sus primeros amores, sus diferentes personalidades y sus caminos en la vida. De este autor me gustó mucho más "Los renglones torcidos de Dios", pero éste no me disgustó.


- Campo de fresas (Jordi Sierra i Fabra): Es un libro orientado a un público adolescente, y está enfocado a la prevención del consumo de drogas. Luciana, de 17 años, está en coma después de consumir una pastilla de éxtasis adulterado. Sus amigos inician una investigación paralela a la policial para averiguar quién distribuye esas pastillas. Me gustan los libros de temática adolescente, así que, dejando aparte el tufillo a "libro educativo", me pareció entretenido.


- Cómo nos venden la moto (Noam Chomsky e Ignacio Ramonet): Es una reflexión sobre la evolución del papel ejercido por los medio de comunicación en el control y la limitación de la libertad individual. Escrito hace más de diez años, predice de una manera asombrosa la falta de intimidad y del poder que tenemos sobre nuestros datos que sufrimos en la actualidad. Está bastante interesante.


- Caperucita en Manhattan (Carmen Martín Gaite): Sara Allen es una niña que vive en Brooklyn y quiere ir a Manhattan a llevarle a su abuela una tarta de fresa. No me gustó demasiado, y el final me dejó fría, como esperando una segunda parte. Bah.


- Cien años de soledad (Gabriel García Márquez): Tengo que reconocer que me costó bastante leerlo a causa de lo cíclico de la historia. Llega un momento que, entre tantos Aurelianos, José Aurelios, Aurelios a secas y Úrsulas, en mi cabeza se acababan mezclando personajes y tiempos. Me obligué a terminarlo porque me daba rabia dejarlo a medias, pero (oh, sacrilegio!), no supe apreciarlo.


- Bestriz y los cuerpos celestes (Lucía Etxebarría): Beatriz es una estudiante que, debido a la mala relación con sus padres, al tonteo con las drogas y a un desengaño amoroso con su mejor amiga, decide irse a estudiar a Edimburgo, donde conoce a Cat. La historia va saltando en el tiempo para contar la vida de Beatriz en Madrid y su vida en Escocia. Me gustó bastante.


- Gestalt para principiantes (Sergio Sinay): Me parece un libro maravilloso para estudiantes de Psicología y para profesionales de otras orientaciones diferentes a la Gestalt. Es un cómic que nos va mostrando la historia de Fritz Perls y cómo fue gestando esta escuela psicoterapéutica. Muy muy recomendable.


- Dos niñas vestidas de azul (Mary Higgins Clark): Kathy y Kelly son dos niñas gemelas que son secuestradas la noche en la que cumplen tres años. Sus padres pagan el rescate que exigen los secuestradores, pero éstos sólo les devuelven a una de las niñas. Este libro engancha una barbaridad, me gustó mucho.


- After Dark (Haruki Murakami): Como decía Papuchi, es RARORARORARO, parece el guión de una peli, pero no pude parar de leer. Es el primer libro que leo de Murakami, y creo que no va a ser el último. Nos cuenta cómo Mari Asai, estudiante que pasa las noches tomando café en un bar restaurante y leyendo, conoce a Takahashi, estudiante y proyecto de músico. Soy fan de que una japonesa se llame Mari.


- Cuentos por teléfono (Gianni Rodari): Tenía ganas de volver a leer esta recopilación que leí como 400 veces durante mi infancia. Se trata de una serie de cuentos muy cortitos porque, según nos cuenta el principio del libro, el señor Bianchi de Varese viajaba mucho y su hija quería que le contase un cuento cada noche. El padre le contaba los cuentos, pero no podían ser muy largos porque la llamada costaba mucho dinero. Me parece una maravilla para mayores y pequeños.


- Los cinco en el cerro del contrabandista (Enid Blyton): De pequeña me encantaban las aventuras de los Cinco. Ahora no me apasionan tanto, claro, pero me siguen enganchando. De todas formas, veo algo que antes no veía, y es que tienen detalles bastante machistas.


- El cerebro del niño (Daniel Siegel y Tina Payne): Una obra super recomendable para profes, papis, mamis, psicólogos, y cualquier persona que trate con niños y se interese por ellos. Explica cómo funciona el cerebro de los más pequeños, y ofrece métodos y técnicas para conectar emocionalmente con los niños. Le da una gran importancia al respeto por los sentimientos.


- El chico de al lado (Josie Lloyd y Emlin Rees): Una novela romántica con todas las de la ley. Mickey y Fred se encuentran después de 15 años. Ella tiene una floristería, y él trabaja en marketing de internet y videojuegos o algo así. Y está a punto de casarse con una pija insoportable. Es una pastelada de proporciones bíblicas, pero me gustó mucho. También me gustan las pelis de Antena 3 de los domingos por la tarde, así que con eso ya está todo dicho.


Libros que no conseguí acabar:

- Reiki (Walter Lübeck): No me miréis así, el libro parecía interesante. Pero resulta que está escrito para personas que ya entiendan algo de Reiki, y yo ni idea, así que llegué a la página cientoypico y desistí. No tenía los chakras para fiestas.


Libros que estoy leyendo ahora:

- Supera tu pasado (Francine Shaphiro): Imprescindible para terapeutas de EMDR y recomendable para sus pacientes. Os cuento un poquito más en el post de "Mis lecturas del invierno".


- Guía del autoestopista galáctico (Douglas Adams): Vi la peli hace unos años, y ahora se me ocurrió leer el libro. Estoy in love con Marvin, el robotito depre.

Y sí, estoy leyendo dos libros según me va apeteciendo, porque uno es novela y otro es ensayo. También sigo leyendo miles de artículos de psicología, pero esos no cuentan para esta lista.






¡Y chispum! ¿Qué opináis de mis lecturas del otoño? ¿Os animáis a leer alguno de estos libros? ¿Alguna recomendación para el invierno?
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