sábado, 30 de agosto de 2014

Anuncios que odio con toda mi alma

 Como últimamente tengo sequía creativa, hoy toca post chorra donde los haya. Voy a hablar de los anuncios de la tele.

Cuando era pequeña me fijaba muchísimo en las marcas de los productos. Antes de saber leer, iba al supermercado y le decía a mi madre: "Mira mamá, esto es de Pascual", "Mira mamá, esto es de Frudesa", porque reconocía los logos. Los anuncios me gustaban de una manera un poco friki. Cuando estaba en cama y los mayores se quedaban viendo la tele, si desde mi habitación oía los anuncios, me levantaba para verlos. Si oía demasiado silencio, también me levantaba, sospechando que en los descansos publicitarios los mayores le bajaban el volumen a la tele (y no me equivocaba).

Hay anuncios bonitos, anuncios memorables, olvidables, aburridos, indiferentes, o completamente odiosos. Este post trata sobre los anuncios que más detesto entre los que se están emitiendo actualmente. 


- "Mamá, ¿tú a mi edad tenías picores, ya sabes... ahí?"
La idea en principio es buena, pero la cagan cuando dice "ahí". Tiene que haber muchos eufemismos más elegantes y adecuados para un anuncio.

- Dove invisible dry:
Este anuncio no lo odio, pero al verlo me surge una duda: ¿por qué Dove invita a 100 mujeres a que escojan un color, para comprobar que su desodorante no deja marcas en la ropa, y siempre sale Bea, que escogió el rojo porque la hace sentir única? ¿Dónde están las otras 99? Y hablando de desodorantes, ¿por qué anuncian tantos con efecto 48 horas? ¿No será más conveniente una ducha diaria?

 - Espetec de Casa Tarradellas:
La joya de la corona. Este anuncio me indigna, me inquieta, me cabrea. La madre de familia (de una familia de 7 personas) compra un fuet y se enfada porque dura menos de 24 horas. ¿Qué quería la muy rácana, que durara toda la semana? La tía convoca una reunión familiar para que el culpable confiese, y a la primera que acusa es a la hija mayor, que es la ÚNICA de la familia que ni olió el dichoso fuet. En un flashback se ve cómo todos los miembros de la familia (menos la hija mayor) tienen que comer el fuet de la discordia a escondidas, vigilando a su alrededor por si aparece la madre sargento. La madre sargento tampoco es que tenga muchas luces, ya que se encuentra a su marido sentado en una silla leyendo un libro al sol, y ella le dice: "¿Qué haces, cariño?". ¿Tú qué crees que está haciendo con un libro? ¿Construir un reactor termonuclear?
Después de echarle la bronca a toda su familia, la muy miserable saca de su escondite un fuet entero para ella sola. Tía cutre, egoísta, injusta y falsa. Así tienes esa pedazo de casa, a costa de matar de hambre a tu familia, pedazo de tacaña.
Lo único bueno de este anuncio me parece la banda sonora. El resto sólo me produce indignación y desasosiego.

- Bolsas Zip de Albal:
Mi preferido. Una mami amorosa prepara un poco de comida para llevarle en bicicleta a su hijo independizado y darle una sorpresa. Decide prepararle albóndigas, y las mete en una bolsita con zip. Esas albóndigas parece que ya están digeridas por alguien. La bolsita zip permite que la llenen de porquería marrón, y por su sonrisa de loca no parece que le importe, al contrario, las albóndigas digeridas le parecen apetitosas. La amorosa madre mete la bolsita de caca en el cesto de la bici y pilla todos los baches del camino. La bolsita de caca pasa todo el camino dando saltos. La madre llega a casa del hijo, que debe de pensar: "Ya está la loca de mi madre trayéndome bolsitas de caca". El pobre sonríe resignado.

jueves, 7 de agosto de 2014

50 cosas sobre mí

1: De pequeña siempre quise tener alguna vez una escayola en el brazo y que todos los compañeros de clase me la firmaran. Hasta que me enteré de que para llevar una escayola, antes tienes que romperte el brazo, y eso duele mucho. En ese momento deseché la idea.

2: Con 12 o 13 años empecé a comprar la Super Pop. Justo cuando se separaron Take That. Don´t panic, poco después aparecerían los Backstreet Boys y las Spice Girls. Y sí, yo también ensayé el Wannabe con las niñas de mi clase para participar en el concurso de la revista. Yo era Emma. Nunca llegamos a grabar el vídeo. Por cierto, hace poco aluciné al leer que dos de los chavales que salían en la Super Pop, Brad Renfro y Jonatan Brandis, ya no viven.

 Tuve este póster en mi habitación a los 13 años. Robbie andaba haciendo de las suyas

3: Me gustan los gatos, los caballos, las mariposas, las libélulas, las mariquitas, los delfines, los búhos, los flamencos, los erizos, los monos y los koalas.

4: Aprendí a leer con 4 años, yo sola, acribillando a mi madre a preguntas. "Mamá, si la L con la A es LA, entonces la A con la L tiene que ser AL, ¿no?". Empecé a leer porque veía a mis hermanos disfrutar con sus cómics antes de dormir, pero claro, los pobres no siempre me los querían leer en alto, así que decidí espabilar y sacarme las castañas del fuego yo solita. Do it yourself.


¡Y esta cartilla también la tuve! 

5: Vivo a dieta perpetua. Pero si ahora aparece de la nada un repartidor con una pizza o una caja de donuts o cualquier guarrada, me los como. Ya habrá tiempo para arrepentirse.

6: Tuve un gato, Michiño, que fue mi gran amigo durante 12 años. Ahora no puedo tener gato porque tengo el trabajo en casa, pero estoy convencida de que cuando me jubile, seré la loca de los gatos. Voy a tener todos los gatos que me dé la gana. Bueno, uno o dos. Y les enseñaré a subirse a la aspiradora esa que anda sola, y se darán paseos por toda la casa.Y tramaré planes maléficos en un sillón giratorio con un gato en brazos.

Michiño, ensayando su mejor cara de seductor

7: Viví 6 años en una residencia universitaria. La carrera era de 5 años, pero al final me quedaron algunas asignaturas y el practicum para el año siguiente. Y yo tan ricamente, alargando la segunda adolescencia un añito más. Fue una época muy feliz que me marcó y me ayudó a crecer.

8: Cuando intento andar con tacones, parezco Bambi recién nacido.

9: Hace relativamente poco tiempo que empecé a asumir que I´m cursi and I know it. 




10: Saqué el carnet de conducir en 2008. Pasé años sin conducir, con un miedo atroz a sentarme en el asiento del conductor. El desenlace de esta historia, próximamente en el blog.

11: Hoy cené un "green smoothie" de estos de verduras, hecho con lo que tenía por casa: remolacha, espinacas, tomate, pepino y dos ciruelas, todo pasado por la batidora. De "green" tenía poco, era básicamente color remolacha.

12: A los 12 años empecé a escribir un diario. Dejé de escribir en 3º o 4º de carrera. Tengo por casa tropecientos diarios y nosecuantas cajitas con llave llenas de hojas de papel escritas. Hace años que no los releo.

13: Me alimento de Espidifen de albaricoque.

14: Mis hermanos me enseñaron a andar en bici cuando tenía unos 6 años. Primero me quitaron un ruedín, luego el otro, y luego me "engañaron" sujetando la bici por detrás sólo un rato. No sabía si enfadarme, asustarme o sentirme orgullosa de mí misma. Mientras lo decidía, me caí.

 Tranquis, no soy yo




15: Creo que no hay nada en este mundo que me dé más asco que pisar un caracol.

16: No sé nadar bien. Me flota el culo, no avanzo, y me canso enseguida.

17: ¿Sabéis la loca esa que hay siempre en el karaoke, que monopoliza el micrófono y no hay quien se lo quite? Esa soy yo.

18: En el instituto empecé a apuntar en una libreta las equivocaciones de la gente al hablar (las mías también). Le llamaba la libreta de pifias. Acabé llenando 2 o 3 libretas con pifias, juegos y cómics protagonizados por la gente de mi entorno (ah, y un autógrafo de Buenafuente).

19: Tengo 8 pendientes: 3 en una oreja, 4 en la otra y el de la nariz. Quiero un tatuaje. Me desmayo con las agujas.

20: En una tienda o un escaparate, mis ojos siempre se van a lo que brilla. Me gusta más un brillo que a una urraca.

21: Parezco una persona calmadita y super serena. Hay gente que me dice que transmito paz. Si ellos supieran...




22: Odio madrugar, y me encanta alargar el día en el sofá, acostándome tarde. Acabo durmiendo poco, y prometiéndome a mí misma que HOY SÍ, hoy me acuesto prontito. Pero no.

23: No me enteré de que mi pelo es rizo hasta que estaba en la Universidad. Hasta entonces, pensaba que lo tenía ondulado, fosco, con volumen, encrespado... hasta que un peluquero me hizo flus-flus con un poco de espuma, y listo.

24: De pequeña era muy tímida. Años después, seguía pensando que aún era tímida, porque yo misma me puse esa etiqueta. Pero ya no lo soy tanto.



25: Odio los payasos y los arlequines. Los arlequines, ¿qué demonio es eso? ¿Payasos tristes?

26: Soy miope desde los 9 años. El día que me dijeron que necesitaba gafas lloré como una magdalena porque en el colegio me iban a llamar "cuatro ojos". No me opero porque me da mucha grima, y porque al fin (¡al fin!) encontré unas gafas que me sientan bien. Aunque algunos me llamen hipster.

27: Todos los años me quemo con el sol. Ya puedo echarme protector 50 o 8500 si lo hubiera, que yo me quemo. Y entonces paso de ser blanca, a ser blanca y rosa como un pastelito de nata y fresa, y luego blanca nuevamente.

28: Cuando acabé 8º de EGB, mi madre me regaló una acampada con todos los compañeros que estaban ese día en el colegio recogiendo las notas. Vinieron un montón y acampamos en el terreno de mi abuela. Pasamos dos noches hablando sin parar, y dos días durmiendo en la playa. Fue genial.

29: Me encanta el olor de la hierba recién cortada cuando aún está un poco húmeda.

30: Me está costando una burrada escribir este post.

31: En 5º de carrera fui como público a 2 programas. Primero fui a un debate de la TVG con una amiga. Un bus nos recogió, nos llevó a los estudios, vimos el debate, y al acabar nos dieron 15 euros, un bocata, un botellín de agua y una manzana, y el bus nos volvió a dejar en la plaza. Un chollazo. Meses después, la misma amiga nos apuntó para ir a Buenafuente. Pasamos toda la noche en el bus, de día comimos en Barcelona, luego un paseo, y por la tarde-noche se grabó el programa (era en falso directo). Antes de entrar, les dejamos nuestras libretas a las azafatas para que Buenafuente nos las firmara. Nos dieron también una camiseta que me queda demasiado crop top y no me vale ni para el gimnasio, pero la tengo de recuerdo.

32: Si existe en algún lugar una merceríapapeleríapasteleríatodoalavez y entro, implosiono de la emoción.



33: Soy muy limpiña, pero un poco desordenada. Mi casa está tan limpia que puedes lamer el suelo, pero a lo mejor aparece un bolso en el sofá, el ebook en la cocina, o unos rotuladores en la mesa de la salita, o todo a la vez.

34: Me encanta leer. De pequeña devoraba todos los libros que pasaban por mis manos, incluso unos de bricolaje que había por casa. Los mayores decían que a lo mejor tanta lectura era la causante de la miopía. Ahora estoy retomando el hábito, y estoy encantada. Hace poco leí (confieso que por primera vez) La Historia Interminable, y me sentí niña otra vez; cada vez que a Bastian le pasaba algo, a mí se me abrían mucho los ojos.

La megacrack de Matilda, mi ídolo de infancia

35: Sólo me gusta el agua Font Vella, pero tengo que fijarme muy bien en las botellas, porque tiene que ser del manantial de Sigüenza, el de Sacalm no me vale. El resto de agua me sabe fatal, excepto la del pozo del terreno de mi abuela. Por supuesto, sabe parecido a la Font Vella.

36: Calzo un 36 y medio. Los zapatos del 36 me aprietan una barbaridad, y los del 37 se me caen todos.

37: Tengo un sentido del humor muy ecléctico: me encantan los juegos de palabras (incluso inventar palabras nuevas), el humor llamado "inteligente", pero también los chistes tontos y el humor "cacaculopedopis".




38: Tengo alergia a los ácaros. Me tuvieron que hacer la prueba de los pinchazos dos veces (¿os dije ya que me mareo con las agujas?).

39: Aún no recibí la carta del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Empiezo a sospechar que a lo mejor soy muggle.

40: Estoy tan acostumbrada a pintarme las uñas, que si no las pinto me veo unas manos super raras, como si estuviera enferma.

41: Lloro con las películas y con las noticias (no siempre, porque si no sería un sinvivir).

42: Me gustan las colonias fresquitas, que huelan a flores, pero también las empalagosas de frutas. Una vez, un taxista me preguntó si llevaba pasteles en la maleta. Era mi colonia de vainilla. La de coco me la compré en pleno pavo adolescente porque me recordaba al Malibu con piña. Y la de moras me sigue acompañando hoy. Yves Rocher rules.

43: Este invierno redescubrí el gran gustazo de calzarme unas botas de agua y pisar bien fuerte los charcos.


44: Ahora empiezo a quererme más, pero siempre tendí hacia una autoestima tirando a aprobado bajo. Hace relativamente poco tiempo que empecé a pensar que, si nunca permitiría a nadie que me dijera todas esas cosas negativas, ¿por qué tenía que decírmelas yo?

45: Conservo el primer recuerdo de toda mi vida. Debía tener pocos meses. Me acuerdo del momento en el que descubrí que tenía dos manos y dos pies, igual que las personas que tenía delante. Así que yo también debía de ser una persona, un ser individual. Hasta entonces creía que era algo así como un ser omnipotente, una sabiduría superior. Y recuerdo que, al descubrir que era una simple humana, me sentí tremendamente sola y vulnerable.
Y es muy curioso. Este párrafo lo tenía guardado en borradores desde hace días. Esta tarde, leyendo "El miedo a la libertad" de Erich Fromm (sí, lectura ligera de agosto, lo sé), me encontré con este pasaje, que describe lo mismo, pero bien explicado: 

"Lentamente, el niño llega a considerar a la madre y a los obje­tos como entidades separadas de él mismo. Un fac­tor de este proceso lo constituye su desarrollo tanto nervioso como físico en general, su aptitud para apoderarse física y mentalmente de los objetos y do­minarlos. A través de su propia actividad experi­menta un mundo exterior a sí mismo.(...) Deben pasar unos meses luego del nacimiento an­tes que el niño llegue a reconocer a otra persona en su carácter de tal y sea capaz de reaccionar con una sonrisa, y deben pasar años antes de que el chico deje de confundirse a sí mismo con el universo. Hasta ese momento sigue mostrando esa especie par­ticular de egocentrismo típico de los niños; un ego­centrismo que no excluye la ternura y el interés hacia los otros, puesto que los "otros" no han sido toda­vía reconocidos como realmente separados de él mis­mo. (...) El otro aspecto del proceso de individuación con­siste en el aumento de la soledad. Los vínculos pri­marios ofrecen la seguridad y la unión básica con el mundo exterior a uno mismo. En la medida en que el niño emerge de ese mundo se da cuenta de su so­ledad, de ser una entidad separada de todos los de­más. Esta separación de un mundo que, en compa­ración con la propia existencia del individuo, es fuerte y poderoso en forma abrumadora, y a menudo es también amenazador y peligroso, crea un senti­miento de angustia y de impotencia. Mientras la persona formaba parte integral de ese mundo, igno­rando las posibilidades y responsabilidades de la acción individual, no había por qué temerle. Pero cuando uno se ha transformado en individuo, está solo y debe enfrentar el mundo en todos sus sub­yugantes y peligrosos aspectos. Surge el impulso de abandonar la propia perso­nalidad, de superar el sentimiento de soledad e im­potencia, sumergiéndose en el mundo exterior. Sin embargo, estos impulsos y los nuevos vínculos que de ellos derivan no son idénticos a los vínculos pri­marios que han sido cortados en el proceso del cre­cimiento. Del mismo modo que el niño no puede volver ja­más, físicamente, al seno de la madre, tampoco pue­de invertir el proceso de individuación desde el pun­to de vista psíquico."

Alucino.
 
46: Soy gente de paz. No soporto las discusiones, los gritos me ponen enferma, y si está en mi mano, intento que las personas se lleven bien.


47: Con el salmón ahumado me pasa lo mismo que al Doctor Zoidberg con las anchoas.

48: No tengo muchos prejuicios con la música; si una canción me gusta, pues me gusta.

49: A veces duermo boca abajo, con la cabeza enterrada en la almohada y las piernas dobladas, disparadas hacia arriba, como una tienda de campaña.

50: El otro día me di cuenta de que nunca podré ser "madre joven". En el caso de que tuviera un bebé ahora mismo, ¡plop!, sería madre a secas, con mis 31 añazos, pero madre joven ya never ever.





Y chispum. ¡Vaya tochazo de post!


Edito: Me acabo de dar cuenta de que me repito más que el ajo. Alguna de estas "50 cosas sobre mí" ya las escribí hace un par de entradas, en el post de un premio. Ya decía yo que me sonaban. Pues ahora no lo cambio :P
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