domingo, 20 de septiembre de 2015

Mis lecturas del verano

 Creo que esto de la lectura se me está yendo un poco de las manos. Este verano leí nada más y nada menos que 26 libros. Bueno, haciendo un poco de trampita, porque uno ya lo tenía empezado desde hace meses y sólo me faltaban un par de capítulos.

Un día la Princess, delante de unos gintonics, me dijo: "Neni, tus posts sobre libros son un auténtico coñazo". A veces nos decimos estas cosas, pero sólo porque nos queremos muchi. A otras amigas menos amigas no se lo permitiría, pero mis nenis son mis nenis. Así que voy a procurar ser breve.

- Tokio Blues (Haruki Murakami): Este autor siempre me pone triste, pero no puedo decir que no me gusten sus libros. Me gustan, pero me dejan un regustillo amargo.

- Los cuentos de Beedle el bardo (J. K. Rowling): El libro que Hermione hereda de Dumbledore recopila historias de magos y brujas de todos los tiempos. Entre esos cuentos está el de los tres hermanos y las reliquias de la muerte, que aparece en el último libro de la saga.

- Las vírgenes suicidas (Jeffrey Eugenides): A pesar de que el título del libro es un spoiler como una casa, el libro es entretenido. Confieso que no vi la peli. 

- El club de los poetas muertos (N. H. Kleinbaum): Confieso que tampoco vi la peli, y que siempre pensé que el libro sería más largo. 

- El diario de Noah/The Notebook (Nicholas Sparks): Esta peli sí que la vi, y lloré carros de mocos como todo el mundo. El libro también está bien, pero creo que la peli me gustó más (nunca pensé que fuera a decir algo así!!). 

- Forrest Gump (Winston Groom): Y aquí llega lo increíble. La peli la vi unas chorrocientas veces. Cada vez que la dan en la tele la tengo que ver, igual que Pretty Woman. Me parece una obra maestra y siempre me emociona. Pero... el libro me pareció un mojón como una casa. Un truño muy gordo que no tiene casi nada en común con la película. 

- Diario de un skin (Antonio Salas): Me parece impresionante el nivel de peligro al que se expuso este periodista al infiltrarse en organizaciones tan peligrosas, pero el libro me aburrió bastante.

- Pulp (Charles Bukowski): Más raro que un pie. Y mira que a mí me gusta lo surrealista, pero creo que esto ya es pasarse.

- Historia de una maestra (Josefina Aldecoa): Cuenta en primera persona la vida de una maestra que trabaja de pueblo en pueblo, junto a su marido, desde los años 20 hasta la Guerra Civil. Me gustan las historias de mujeres fuertes.

- El tiempo entre costuras (María Dueñas): A raíz de leer el libro me dieron ganas de ver la serie. Me encanta la capacidad de adaptación de la protagonista, Sira Quiroga, que empieza siendo una chiquilla dependiente y no le queda más remedio que transformarse en una mujer valiente.

- ¿Cada cuánto hay que echar a lavar un pijama? (Luis Piedrahita): Hacía tiempo, mucho tiempo, que no me reía a carcajadas con un libro. A carcajadas de estas que te hacen asomar una lagrimita y luego tienes como agujetas en la barriga. Me encanta este pequeño ser llamado Luis Piedrahita.

- Diario de una volátil (Agustina Guerrero): Un cómic que tiene como protagonista a una autocaricatura de la autora. Me encantan sus historietas y me identifico con la mayoría.

- Dios hizo el mundo en siete días... y se nota (Luis Piedrahita): Con este también me reí, pero no tantísimo como con el del pijama. El otro me dejó el listón muy alto.

- Supera tu pasado (Francine Shapiro): Me faltaban un par de capítulos y lo tenía en espera. Es un libro para psicólogos y también para público en general, y trata sobre la superación de los traumas.

- Ética para Amador (Fernando Savater): Como no me lo mandaron leer en el instituto (increíble!), tenía la espinita. Está bastante bien.

- Mi niño no me come (Carlos González): Orientado a mamis y papis. Se basa en la idea de que no hay que obligar a comer a los niños pequeños. Si algún día soy mami, lo voy a releer.

- El diario de Bridget Jones (Helen Fielding): La peli la vi cientos de veces, pero a cachos. Nunca la vi entera. El libro me pareció un truño, y Bridget una perra del infierno que se llama gorda a sí misma por pesar 59 kilos. Anda y vete a pastar, maja. ¿Entonces yo qué soy, una orca asesina?

- El viejo y el mar (Ernest Hemingway): Me pareció un poco triste. No sé, el pobre viejo ahí solo en su lancha tantos días, y acompañado por un pez gigante que lo arrastra... Me dio penica el pobre.

- La metamorfosis (Franz Kafka): Es un libro bastante horrible. Será una obra maestra y todo lo que quieras, pero yo no le encuentro el punto a que el pobre Gregorio se convierta en un bicho asqueroso que es repudiado por su propia familia.

- Curar el trauma (Peter A. Levine): De nuevo, otro libro pensado para profesionales pero también para público en general. Absolutamente recomendable.

- Los cien golpes (Melissa Panarello): Hay que ver cómo está la juventú. Con 16 años, la Melissa era un poco cochinota. Bueno, un poco bastante cochinota. Digamos que estaba algo obsesionada la chiquilla.

- Otra vuelta de tuerca (Henry James): Cuando estaba en la universidad, la directora de mi colegio mayor nos recomendó este libro, avisando que daba un poco de miedo. Nunca me atreví a leerlo hasta ahora. En realidad, a pesar de que trata sobre fantasmas, no da tanto miedo. Pero el final me dejó un poco con la sensación de que faltaban capítulos.

- Tu sexo es tuyo (Sylvia de Béjar): Un libro divulgativo, enfocado sobre todo a mujeres, que tiene como objetivo realizar educación sexual para adultas y romper antiguos tabúes.

- Grandes esperanzas (Charles Dickens): Me daba rabia que Matilda con 5 años ya lo hubiera leído, y yo con 32 no. Se me hizo un poco largo.

- En los zapatos de Valeria (Elisabet Benavent): Otro libro cochinote.

- Valeria en el espejo (Elisabet Benavent): Segunda parte del libro cochinote.

viernes, 18 de septiembre de 2015

Yo, yo misma y mis circunstancias

Vuelvo al blog después de un porrón de meses de inactividad blogueril simplemente para plasmar una chorradita que se me acaba de pasar por la cabeza.

Es un pensamiento sobre los diferentes roles que cada uno de nosotros desempeña a lo largo de un solo día. Tenemos el papel de hija, hermana, amiga... e, inevitablemente, casi siempre nos comportamos de una manera o de otra según el papel que nos toca o según el momento.

Hoy, por ejemplo. Me levanté tempranito porque tenía que ir a hacer un análisis al ambulatorio (sí, uno de mis momentos preferidos en el mundo: que me claven agujas hipodérmicas para extraerme fluidos vitales). En el coche, salió a relucir mi niña interior: "Ay, mamá, qué nervios, espero no desmayarme". En la cola de espera, la Koki adulta y madura sacó el abanico del bolso y se empezó a dar aire muy digna, como dando a entender "qué va, si yo no me mareo, es que aquí dentro hace calor". Ejercicios de respiración. Tengo que afrontar dignamente esto yo sola, mamá está haciendo recados y ya hace años (pocos) que no tiene que agarrarme la mano mientras me sacan sangre.
Al salir del ambulatorio, la Koki niña se sintió muy orgullosa de no desmayarse, y sintió el derecho irrefutable de desayunar un gran chocolate con churros.
El resto de la mañana, tocó ser Koki profesional. Informes, llamadas y demás.
Al mediodía, la Koki hija y hermana, pero adulta, fue a comer a casa de mamá. Adulta hasta que hermanomediano se metió con ella. "Mamaaaaaa, dile algo, haz que me deje en paaaaz".
Por la tarde, consultas. Koki adulta y megaprofesional.
Después de trabajar, salió a relucir la Koki que tiene una relación emocional con la comida. Salí de casa a propósito para comprar una tableta de chocolate de conguitos.
Luego, la Koki treintañeraquevivesola se hizo la cenita.
Y por último, la Koki frívola que disfruta con cosas mundanas se puso a ver "Tu cara me suena".

Con todo este rollo quiero decir que algunos de nuestros roles pueden ser bastante contradictorios (la Koki niña y la profesional no pueden existir en el mismo momento), pero todos forman parte de mí. Todas son Koki, y ninguna es más Koki que otra. La persona que devora libros megacultos y la que se acaba de enganchar a Gran Hermano 16 (#matadmeya) son la misma Koki.

En fin. Es viernes y estoy muy cansada, y no sé si lo que acabo de escribir tiene algún sentido. No lo voy a releer. Botón de publicar!

domingo, 19 de julio de 2015

Post tardío: mis lecturas de la primavera

Toc, toc! Hay alguien ahí?

Sí, soy Koki, sigo viva.

Hace un mes tocaba publicar la lista de mis lecturas de primavera, pero la publico ahora porque llevo siglos sin asomarme por aquí. Ni siquiera estoy leyendo el resto de blogs. Os prometo que cuando mi vida vuelva a su ser, o al menos tenga un poco más de organización, os vuelvo a leer a todas (y con suerte a lo mejor también vuelvo a publicar).

Vamos a ello:

- Manolito Gafotas (Elvira Lindo): Lo leí allá por séptimo de EGB, pero me lo encontré en el ebook y me apetecía volver a leerlo. Creo que me hacía más gracia de pequeña :)

- Harry Potter y las reliquias de la muerte (J. K. Rowling): El último de la saga. Volver a terminarlo fue como despedirme de mis amigos.

- La luz en casa de los demás (Chiara Gamberale): Mandorla es una niña huérfana. Su madre dejó una carta informando que el padre de la niña vive en el mismo edificio. Los vecinos deciden no realizar las pruebas de ADN y criar a Mandorla entre todos.

- Pobre Manolito! (Elvira Lindo): Segunda parte de Manolito Gafotas.

- El arte de amar (Erich Fromm): Fromm postula que el amor puede ser producto de un estudio teórico puesto que es un arte, "así como es un arte el vivir" y, para el dominio de cualquier arte es imperiosamente necesario que se llegue a un dominio profundo, tanto de la teoría como de la práctica.

- Y tú, ¿qué sabes de eso? Manual de educación sexual para jóvenes (Diputación de Málaga): Es un manual disponible en internet con ejercicios grupales de educación sexual, enfocado a profesionales de la enseñanza.

- Persiguiendo a Silvia (Elisabet Benavent): Es una novela cochinota-romántica entretenida. La protagonista está bastante zumbada.

- Encontrando a Silvia (Elisabet Benavent): Segunda parte de la novela cochinota-romántica con protagonista zumbada.

- Usar el cerebro (Facundo Manes): Creo que debería titularse "Entender el cerebro", ya que se trata de un manual más teórico que práctico.

- La psicoterapia al alcance de todos (Viktor Frankl): Es una recopilación y ampliación de conferencias radiofónicas.

- El hombre en busca de sentido (Viktor Frankl): Impresionante relato acerca de los meses vividos por el autor en campos de concentración.

- Lolita (Vladimir Nabokov): No me gustó nada nadita. A lo mejor me tocó una versión mal traducida, pero había párrafos en los que no me enteraba de nada.

- La gente feliz lee y toma café (Agnès Martin-Lugand): Diane lleva un año encerrada en casa tras fallecer su marido y su hija en un accidente. Para tratar de superar el duelo, se marcha a un pueblo perdido de Irlanda. El resto no os lo voy a contar :P

- Los errores de las mujeres en el amor (Giorgio Nardone): Me da igual que se trate de un profesional respetadísimo: este libro me pareció una ristra de estereotipos absurdos, y además no ofrece pautas de actuación para corregir esos supuestos errores.

- Los ojos amarillos de los cocodrilos (Katherine Pancol): Josephine es una madre de familia de cuarenta años, con un marido y dos hijas adolescentes. Antoine, su marido, se quedó en paro hace un año y desde entonces Josephine se dedica a la escritura de ensayos históricos sobre el papel de la mujer en el siglo XII en Francia. Tras una fuerte crisis en su matrimonio Antoine la deja por Mylene, su amante, y se marcha contratado por una empresa china a Kenia a criar cocodrilos. El resto tampoco os lo voy a contar :)


- Los capullos no regalan flores (Moderna de Pueblo): Las ingeniosas viñetas de Raquel Córcoles nos cuentan las aventuras y desventuras amorosas de la protagonista.


Y esto fue todo! Espero volver a publicar alguna vez antes del post de las lecturas del verano!

viernes, 1 de mayo de 2015

Soy como E.T...

... y no sólo porque me encante estar en mi caaaaasa y me pase el día pendiente del teléeeeeefono.


Os acordáis de que E.T. tenía una especie de conexión con una planta (un girasol, creo), y que cuando él enfermaba, la planta también se ponía chuchurría? Pues a mí me pasa igual.

Normalmente suelo tener lo que se dice buena mano para las plantas, aunque me da por épocas. Una vez tuve una flor de Pascua que me duró tres años (aunque luego tuve la genial idea de transplantarla porque sí, y la pobre la palmó). Pues resulta que si estoy pasando por una temporada un poco desquiciadahistéricalocadelosgatos, con ansiedad y contracturas de espalda y esas cosas, las plantas se me mueren. Comprobado.

El mes pasado tuve una temporada de esas, y ya se me murió un bambú (también tenía tres años), un ranúnculo amarillo, un mini rosal, y una mini suculenta de Ikea. Una suculenta! Cómo se me puede morir una suculenta? Creía que esas cosas sólo le pasaban a la princess! (y yo no tengo gatos a los que culpar).

En cambio, tengo una plantica de perejil desde hace unos dos años y está toda lozana (en mi casa vive feliz porque nunca le arranco hojas para cocinar, la tengo en la terraza y nunca me acuerdo).Y a otra mini suculenta le cayó una ramita (bueno, se la arranqué yo sin querer), le eché polvillo enraizante, la metí en una maceta con tierra a ver si había suerte, y echó raíz, está vivita y coleando! Mi habilidad con las plantas no hay quien la entienda.


Estoy muy vaga con las fotos últimamente. Otro día les saco fotos a mis planticas y os las enseño.

viernes, 10 de abril de 2015

Mis lecturas del invierno

Con un poco de retraso, pues ya hace días que es primavera a este lado del Mississippi (y no sólo en el Corte Inglés), comparto la lista de libros que leí durante el invierno. Me encanta comprobar que leí bastante, parece que vuelvo a ser la ratita de biblioteca que era. ¡No me beso porque no me llego!


Vamos a ello:

- Guía del autoestopista galáctico (Douglas Adams): Vi la peli hace unos años gracias a Pinchiño, y luego conseguí el libro para el ebook. Se lo recomiendo a todo aquel al que le guste el humor británico y el absurdo.
Por cierto, leyendo este libro pensé que seguramente Matt Groening se inspiró en el personaje de Zaphod Beeblebrox para crear a Zapp Brannigan. Lo busqué en google para ver si soy demasiado friki o si a alguien se le ocurrió antes. Comprobé que cientos de personas lo pensaron antes que yo, y dejé de sentirme tan especial. Qué decepción.


- El arte de conducir bajo la lluvia  (Garth Stein): Este libro es bastante diferente a la literatura a la que estoy acostumbrada, porque el narrador es... un perro. Tengo que decir que ODIO profundamente las pelis de perros, sobre todo si éstos hablan; no las soporto. Pero este libro me encantó. Enzo, el perro protagonista, va relatando la relación con su dueño, que es piloto de carreras. Se lo recomiendo a cualquiera.


- La verdad sobre el caso Harry Quebert (Joël Dicker): Creo que es uno de los libros que más me gustaron últimamente. Me enganchó tanto que no podía parar de leer. No cuento mucho para no spoilear a nadie, sólo digo que cuenta cómo Marcus Goldman, un escritor, investiga el asesinato de una joven, ocurrido 35 años antes. Y ya no digo más, si queréis saber más, pues lo leéis :P


- Bésame mucho (Carlos González): Hay dos líneas de opinión a la hora de dormir a los bebés: por un lado, las teorías de Estivill, que asegura que se puede enseñar al bebé a dormir (aunque para ello tenga que llorar en su cuna sin que sus padres le hagan caso); por otro lado están las teorías del apego. Carlos González es un pediatra que aboga por la crianza con amor, respetando los tiempos de cada niño y atendiendo al bebé si llora (ya que es su manera de expresar sus necesidades, porque, por si alguien no lo recuerda, los bebés lloran porque NO SABEN HABLAR). Recomendado para quienes estén interesados en los bebés y la crianza respetuosa.


- Viaje al fondo de la habitación (Tibor Fischer): No entendí nada. Un libro más raro que un pie. Os lo recomiendo por si os apetece leerlo y así luego me lo podéis explicar.


- Yo puta: hablan las prostitutas (Isabel Pisano): Éste me decidí a leerlo porque lo nombra Antonio Salas en "El año que trafiqué con mujeres", pero no me gustó tanto. Por cierto, ¿por qué en todas mis listas siempre hay algún libro sobre prostitución?


- Harry Potter y la piedra filosofal (J. K. Rowling): Un placer releer mi saga preferida de todos los tiempos, ya que tenía muchos detalles olvidados. Ahora sólo me falta hacer algún maratón de pelis, que hace mucho que lo las veo. Y es "leviosa", no "leviosá".


- Brain fitness: la ciencia de los cerebros en forma: Un libro gratis en pdf que me bajé de la web de unobrain. Muy interesante para quien quiera conocer las bases neurológicas de nuestra memoria.


- La paz está en tu interior: prácticas diarias de mindfulness (Thich Nhat Hanh): El mindfulness es un tipo de meditación basada en la filosofía oriental, pero despojada de todo matiz místico o religioso. En la actualidad se usa como herramienta terapéutica. A mí me cuesta muchísimo llegar a concentrarme; una vez fui a un curso de mindfulness y me dormí como una ceporra.


Harry Potter y la cámara secreta


- El libro del mindfulness (Bhante Henepola Gunaratana): Está considerado el texto más leído, reconocido y recomendado en todo el mundo acerca de la práctica de la meditación.


- Harry Potter y el prisionero de Azkaban


- Walden Dos (B. F. Skinner): No, no es el profesor Skinner de los Simpson. Es Skinner el que les hacía perrerías a las ratas. Da un poco de miedito este libro. Es una historia de ficción en la que el narrador va a visitar la comunidad Walden Dos, creada por un tal Frazier. Los dos personajes principales funcionan como alter ego del propio Skinner. Se trata de una comunidad utópica, donde se trabaja poquito, los niños son criados por todo el pueblo, y nadie da las gracias. Frazier se cree una especie de mesías (y me da a mí que al propio Skinner le pasaba un poquito lo mismo). Muy interesante para quien quiera conocer las teorías skinnerianas de la ciencia del comportamiento.


- Curación emocional (David Servan-Schreiber): Un libro para todos los públicos, escrito por un psiquiatra y neurocientífico. Nos ofrece alternativas a los psicofármacos para aliviar el malestar que podamos sufrir en nuestra vida. Muy recomendable para cualquiera.


-Harry Potter y el Cáliz de Fuego


- Harry Potter y el misterio del príncipe mestizo



Cualquiera diría que me paso el día leyendo. ¡Pues no! Sólo leo en cama antes de dormir, y los ratitos de pitillo en la cocina. Y algunas tardes tontas de domingo. Pero es cierto que esto de leer engancha, y nunca es tarde para retomar el placer de la lectura.

lunes, 23 de febrero de 2015

Si 50 sombras de Grey ocurriera en la vida real

No vi la película, lo reconozco. El año pasado leí el primer libro, me costó un mundo terminarlo, y ya no quise leer los otros dos. Y aún así, voy a criticar el fenómeno Grey, porque me da la gana, porque es mi blog y porque no entiendo el boom de esta novela.


Atención! Contiene spoilers (y puede contener muchas inexactitudes porque hace mucho que lo leí)


Según los datos que recuerdo del libro, Anastasia es una jovencita recién licenciada, bastante pavita, que un buen día tiene que entrevistar a un ricachón famoso llamado Christian Grey. No recuerdo a cuento de qué, pero días más tarde ella se agarra una cogorza de tres pares y es "rescatada" por Grey, que la lleva a su hotel o a su apartamento o algo así. Ella se impresiona por lo guaporicoymaravilloso que es el tío este. Bueno, y porque tampoco está muy acostumbrada a que los chicos le hagan caso.

Inician una especie de "relación". Él la fuerza a que firme un contrato en el que él controla absolutamente todos los aspectos de su vida (su alimentación, su ejercicio, ¡sus menstruaciones!). No me acuerdo de si ella acaba firmando o no, pero sí accede a tener una relación sentimental enfermiza con él.

Él le regala un cochazo, un portátil y paseítos en avioneta. A cambio, se pasa el día mandándole mails para controlarla, y pretende que disfrute con el dolor físico y emocional.

El zumbado este tiene en su casa una "habitación roja" llena de fustas, cadenas y demás artilugios para hacer guarreridas. Anastasia flipa un poco (ella nunca estuvo con ningún chico y su madre se casó cuatro veces y pasa bastante de ella, así que no tiene un concepto muy claro de lo que es una relación "normal"). Anastasia acaba descubriendo que Grey también mantuvo una relación enfermiza con una señora mayor cuando era jovencito (se podría decir que fue abusado sexualmente).  Ay, amigo. Así que el maltratador fue maltratado. Anastasia se quiere convertir en su salvadora y lo quiere cambiar.

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Una mierda espichada en un palo. Si esto ocurriera en la vida real, ya no habría segundo ni tercer libro. Anastasia cree que cada decisión es suya, pero no tiene capacidad de decisión real, sino que está siendo manipulada. Es una criatura falta de cariño que se agarra al primer clavo ardiendo al que le quedan bien los vaqueros sobre las caderas, y él es una persona con un pasado lleno de traumas que no quiere curarse; a lo mejor él ni siquiera es consciente de que tiene un problema, por lo que se pasa la vida causando daño a los demás. Se aprovecha de su posición social, de su dinero, su poder y su atractivo físico. Si Christian Grey fuera un camarero mileurista, Anastasia y la diosa que lleva dentro lo iban a mandar a tomar viento.


En la vida real, al señor Grey un día se le iría la mano con los azotitos de las narices. Anastasia acabaría con moratones, se asustaría, y escaparía. Por supuesto, Grey la encontraría (me extraña que en el libro no le ponga un chip subcutáneo con GPS, es lo único que le falta). La engatusaría con cuatro tonterías, y ella volvería una y otra vez, hasta que se decidiera a ponerle la denuncia y la orden de alejamiento. En el mejor de los casos, Anastasia conseguiría escapar. En el peor, acabaría muerta y siendo una cifra más en los periódicos. Esto es así.


Por momentos pienso, "me estoy poniendo demasiado melodramática con una historia que, al fin y al cabo, es ficción?". Pero creo que no. Es ficción, pero encierra un trasfondo que no me gusta nada, precisamente por el tema de la manipulación. Grey elige a una niña de 20 años sin experiencia porque es la víctima perfecta. Con una mujer hecha y derecha de 40 años, este pipiolo no tendría nada que hacer. No es una historia en la que haya igualdad de condiciones, yo veo abuso claramente. Hay quien ve simplemente una historia de amor como otra cualquiera, pero yo no veo el amor por ningún lado. Paro ya, que me cabreo!

lunes, 19 de enero de 2015

Superando miedos Volumen I: mi hematofobia

Hemato... qué? Pues sí hamijas, aquí la comecocos padece hematofobia, es decir, miedo a la sangre, inyecciones, heridas, operaciones, médicos, instrumental quirúrgico y espantosidades similares.

La primera vez que me desmayé tenía unos 9 años. Recuerdo ir a hacer un análisis de sangre, meterme en un cubículo de esos donde te pinchan, y despertarme con las piernas levantadas mientras me pasaban un algodón empapado en alcohol por delante de la cara para que lo oliera.

La segunda vez fue peor. En la tele estaban dando aquella cosa surrealista llamada "El gran juego de la Oca". Apareció un fakir, y yo ya supe que durante un rato no podría mirar para la tele, así que me fui a hacer pis. Dejé la puerta abierta, y desde el baño se veía la tele. Cometí el error de mirar (lo que vi no pienso relatarlo porque me da demasiado ascomiedogrimatodoalavez). Casi me abro la cabeza contra el bidé.

Conviví con esta fobia desde que recuerdo. Inexplicablemente, a los 20 años fui capaz de ir a hacerme un piercing en la nariz. También tengo que reconocer que me convenció mi madre, el instrumental se lo tuvieron que enseñar a ella mientras yo miraba para otro lado, y durante el procedimiento estuve tumbadita en una camilla. También tengo un montón de agujeros en las orejas y un millón de ganas de hacerme un tatuaje pequeñito. Se ve que tengo la fobia cuando me conviene.

Pues bien, el año pasado me hicieron por primera vez las pruebas de la alergia, y tras varias revisiones, decidí vacunarme contra los ácaros para ver si es posible olvidarme de los antihistamínicos y de la sinusitis de una vez por todas. Pero es que las vacunas de la alergia se ponen mensualmente durante AÑOS. Y el primer mes, una vez a la semana. Este jueves me ponen el primer chute.

Así que espero que con tanto pinchazo al menos se me vaya un poquito la fobia. Si no, tendré que esperar a tener un hijo para que se me vayan todos los miedos a lo bestia. Ya os iré contando!
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