Jueves 5 de enero de 2012:
- Cuando llegué a casa después del trabajo, me esperaba una sorpresa: el pequerrecho (y sus padres) vino a hacernos una visita. Lo cogí en brazos, le hice tonterías, le dejé peluches, caminamos por el pasillo agarrándole las manos... y se partía de risa conmigo. ¡Confirmado, ya me quiere! Me regaló unas sonrisas tan grandes que se me caía la baba, y a la hora de irse, se echaba a mis brazos llorando porque se quería quedar (tan contenta estuve con él, que se me olvidó avisar a M. de que iba a tardar un poquito más en llegar al gimnasio).
- Un fin de semana de tres días por delante :)
- Sofá, tele, mantita y palomitas. No hace falta que diga más.
Esto es solo el principio. Poco a poco te irás dando cuenta de todos los pequeños maravillosos logros que irás haciendo cada día. Ya nos contarás dentro de un año. ;-)
ResponderEliminarDentro de un año... ya llevaré acumulados 365 días de pequeñas alegrías... aunque la alegría más grande (que tardará algo más de un año, ojalá que no demasiado) será cuando nos decidamos a traer a nuestro propio pequerrecho a la familia :) Quién te verá babeando con un nieto, jajaja! Muakas!!
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