Creo que esto de la lectura se me está yendo un poco de las manos. Este verano leí nada más y nada menos que 26 libros. Bueno, haciendo un poco de trampita, porque uno ya lo tenía empezado desde hace meses y sólo me faltaban un par de capítulos.
Un día la Princess, delante de unos gintonics, me dijo: "Neni, tus posts sobre libros son un auténtico coñazo". A veces nos decimos estas cosas, pero sólo porque nos queremos muchi. A otras amigas menos amigas no se lo permitiría, pero mis nenis son mis nenis. Así que voy a procurar ser breve.
- Tokio Blues (Haruki Murakami): Este autor siempre me pone triste, pero no puedo decir que no me gusten sus libros. Me gustan, pero me dejan un regustillo amargo.
- Los cuentos de Beedle el bardo (J. K. Rowling): El libro que Hermione hereda de Dumbledore recopila historias de magos y brujas de todos los tiempos. Entre esos cuentos está el de los tres hermanos y las reliquias de la muerte, que aparece en el último libro de la saga.
- Las vírgenes suicidas (Jeffrey Eugenides): A pesar de que el título del libro es un spoiler como una casa, el libro es entretenido. Confieso que no vi la peli.
- El club de los poetas muertos (N. H. Kleinbaum): Confieso que tampoco vi la peli, y que siempre pensé que el libro sería más largo.
- El diario de Noah/The Notebook (Nicholas Sparks): Esta peli sí que la vi, y lloré carros de mocos como todo el mundo. El libro también está bien, pero creo que la peli me gustó más (nunca pensé que fuera a decir algo así!!).
- Forrest Gump (Winston Groom): Y aquí llega lo increíble. La peli la vi unas chorrocientas veces. Cada vez que la dan en la tele la tengo que ver, igual que Pretty Woman. Me parece una obra maestra y siempre me emociona. Pero... el libro me pareció un mojón como una casa. Un truño muy gordo que no tiene casi nada en común con la película.
- Diario de un skin (Antonio Salas): Me parece impresionante el nivel de peligro al que se expuso este periodista al infiltrarse en organizaciones tan peligrosas, pero el libro me aburrió bastante.
- Pulp (Charles Bukowski): Más raro que un pie. Y mira que a mí me gusta lo surrealista, pero creo que esto ya es pasarse.
- Historia de una maestra (Josefina Aldecoa): Cuenta en primera persona la vida de una maestra que trabaja de pueblo en pueblo, junto a su marido, desde los años 20 hasta la Guerra Civil. Me gustan las historias de mujeres fuertes.
- El tiempo entre costuras (María Dueñas): A raíz de leer el libro me dieron ganas de ver la serie. Me encanta la capacidad de adaptación de la protagonista, Sira Quiroga, que empieza siendo una chiquilla dependiente y no le queda más remedio que transformarse en una mujer valiente.
- ¿Cada cuánto hay que echar a lavar un pijama? (Luis Piedrahita): Hacía tiempo, mucho tiempo, que no me reía a carcajadas con un libro. A carcajadas de estas que te hacen asomar una lagrimita y luego tienes como agujetas en la barriga. Me encanta este pequeño ser llamado Luis Piedrahita.
- Diario de una volátil (Agustina Guerrero): Un cómic que tiene como protagonista a una autocaricatura de la autora. Me encantan sus historietas y me identifico con la mayoría.
- Dios hizo el mundo en siete días... y se nota (Luis Piedrahita): Con este también me reí, pero no tantísimo como con el del pijama. El otro me dejó el listón muy alto.
- Supera tu pasado (Francine Shapiro): Me faltaban un par de capítulos y lo tenía en espera. Es un libro para psicólogos y también para público en general, y trata sobre la superación de los traumas.
- Ética para Amador (Fernando Savater): Como no me lo mandaron leer en el instituto (increíble!), tenía la espinita. Está bastante bien.
- Mi niño no me come (Carlos González): Orientado a mamis y papis. Se basa en la idea de que no hay que obligar a comer a los niños pequeños. Si algún día soy mami, lo voy a releer.
- El diario de Bridget Jones (Helen Fielding): La peli la vi cientos de veces, pero a cachos. Nunca la vi entera. El libro me pareció un truño, y Bridget una perra del infierno que se llama gorda a sí misma por pesar 59 kilos. Anda y vete a pastar, maja. ¿Entonces yo qué soy, una orca asesina?
- El viejo y el mar (Ernest Hemingway): Me pareció un poco triste. No sé, el pobre viejo ahí solo en su lancha tantos días, y acompañado por un pez gigante que lo arrastra... Me dio penica el pobre.
- La metamorfosis (Franz Kafka): Es un libro bastante horrible. Será una obra maestra y todo lo que quieras, pero yo no le encuentro el punto a que el pobre Gregorio se convierta en un bicho asqueroso que es repudiado por su propia familia.
- Curar el trauma (Peter A. Levine): De nuevo, otro libro pensado para profesionales pero también para público en general. Absolutamente recomendable.
- Los cien golpes (Melissa Panarello): Hay que ver cómo está la juventú. Con 16 años, la Melissa era un poco cochinota. Bueno, un poco bastante cochinota. Digamos que estaba algo obsesionada la chiquilla.
- Otra vuelta de tuerca (Henry James): Cuando estaba en la universidad, la directora de mi colegio mayor nos recomendó este libro, avisando que daba un poco de miedo. Nunca me atreví a leerlo hasta ahora. En realidad, a pesar de que trata sobre fantasmas, no da tanto miedo. Pero el final me dejó un poco con la sensación de que faltaban capítulos.
- Tu sexo es tuyo (Sylvia de Béjar): Un libro divulgativo, enfocado sobre todo a mujeres, que tiene como objetivo realizar educación sexual para adultas y romper antiguos tabúes.
- Grandes esperanzas (Charles Dickens): Me daba rabia que Matilda con 5 años ya lo hubiera leído, y yo con 32 no. Se me hizo un poco largo.
- En los zapatos de Valeria (Elisabet Benavent): Otro libro cochinote.
- Valeria en el espejo (Elisabet Benavent): Segunda parte del libro cochinote.
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domingo, 20 de septiembre de 2015
jueves, 25 de septiembre de 2014
Mis lecturas del verano
De pequeña era una ratita de biblioteca. Devoraba todos los libros que caían en mis manos. Leía los míos, los de mis hermanos, los de mis primas, los de la biblioteca, y los míos otra vez. Leía las etiquetas del champú, las cajas de cereales, las revistas de aeromodelismo, los prospectos de las medicinas, las revistas de bebés, los libros de bricolaje y jardinería. Me alimentaba de lectura.
Con los años, la lectura por placer se fue resintiendo, primero por la falta de tiempo, y luego por encontrar otros entretenimientos (internet, nintendoDS, candy crush...).
Este año los Reyes Magos me regalaron un ebook. Durante unos meses me costó acostumbrarme y no lo utilicé demasiado. Ahora lo llevo a todas partes y aprovecho cada ratito para leer un poco, aunque alterno los libros con cientos, miles, millones de artículos científicos de psicología.
No me puse ni me voy a poner un reto de estos de leer 50 libros al año ni nada así, porque entonces lo acabaría viendo como una obligación. Voy a seguir leyendo todo lo que pueda y me apetezca.
Ahora que veo la lista de los libros que leí durante este verano, me doy cuenta de lo heterogéneas que son mis decisiones: literatura infantil, juvenil, adulta y ensayo.
LIBROS QUE LEÍ EN VERANO:
- Charlie y la fábrica de chocolate (Roald Dahl): Parece mentira que a estas alturas de mi vida aún tuviera pendiente la otra gran obra del autor de la increíble Matilda. Vi las películas, la antigua y la de Tim Burton, y la verdad es que son bastante fieles a la historia del libro. Me gustó.
- Charlie y el gran ascensor de cristal (Roald Dahl): La delirante segunda parte de la fábrica de chocolate es una locura total. Willy Wonka da mucho miedito.
- Cómo ligar con una estrella de cine (Kristin Harmel): Una especie de sombras de Grey, pero sin sombras ni Grey. Es decir, chica con autoestima por los suelos conoce al chico perfectísimo de la muerte y se enamora. Es para todos los públicos. Novelilla romántica modelna a la que no se le puede pedir mucho, pero a mí me pareció entretenida.
- Cazadores de sombras: ciudad de ceniza (Cassandra Clare): El año pasado vi la película y me pareció un truño infumable. Me dijeron que los libros estaban mucho mejor, así que empecé con el primero y me enganché miserablemente. Me recuerda a Crepúsculo con sus vampiros y hombres lobo y criaturas varias, pero aquí al menos la protagonista es fuerte y luchadora, no una princesita torpe a la que el macho tiene que rescatar continuamente. Clary se sabe defender solita.
- Cazadores de sombras: ciudad de cristal (Cassandra Clare): Éste me lo dejaron. Yo pensaba que era una trilogía, pero me dijeron que son 6 libracos, y que el último sale estos días. Tengo lectura para rato.
- El miedo a la libertad (Erich Fromm): Aquí nos ponemos un poco serios y nos metemos de lleno en uno de los autores imprescindibles en psicología. Realiza un repaso de lo que significa la libertad para la humanidad desde la Edad Media hasta la época en la que fue escrito (años 40).
- La historia interminable (Michael Ende): Igual que Charlie y la fábrica de chocolate, La historia interminable lo tenía en la lista de pendientes desde la infancia. De nuevo otro autor al que admiro (Momo es una de mis biblias). Me entró el gusanillo de leerlo gracias a Aida. Si alguien me vio leer en la playa tenía que ser un espectáculo, porque en la primera parte me metí en la piel de Bastian y flipaba al mismo tiempo que él, abriendo mucho los ojos y seguramente poniendo caras. Me parece una obra maestra.
- El año que trafiqué con mujeres (Antonio Salas): El autor (con seudónimo) de Diario de un skin (que aún tengo pendiente de leer) se infiltra en una trama de compraventa de mujeres. Me pareció crudo, duro y horrible, sobre todo porque todo lo que cuenta es real, está retratando el sufrimiento de miles de personas reales. Ese Antonio Salas, sea quien sea, es un tío valiente.
- Diario de una ninfómana (Valerie Tasso): Éste lo leí hace años, pero me apetecía volver a leerlo porque Antonio Salas también habla de ella en su libro. Valerie, que hace unos años participó como colaboradora en Crónicas Marcianas, habla de su relación con el amor y la sexualidad, y cómo acabó metida voluntariamente en la protitución de lujo.
- El árbol lejano (Enid Blyton): Viniendo de la autora de los geniales libros de Los cinco, me esperaba un libro divertido y lleno de aventuras. En lugar de eso, me encuentro un delirio de personajes cursis llamados Caraluna, Cacharros o Seditas. Un mojón pinchado en un palo.
- Diario (Ana Frank): Éste lo leí en mi adolescencia, pero tenía ganas de leerlo otra vez. Me sorprendí a mí misma observando, desde mi perspectiva adulta, la evolución de la personalidad de Ana y los altibajos emocionales causados por tantos meses de encierro. Acabé de leerlo justo el último día del verano.
LIBROS QUE NO CONSEGUÍ ACABAR:
- Amigas entre fogones (Kate Jacobs): Gus es una cocinera famosa, una Arguiñano americana, que al cumplir 50 años se ve desplazada por cocineros más jóvenes. No fui capaz de leer más, no me enganchó nada nadita.
LIBRO QUE ESTOY LEYENDO AHORA:
- Edad prohibida (Torcuato Luca de Tena): De momento me está gustando, pero ya si eso os lo cuento en otra entrada :)
¡Y esto es todo! Para el poco tiempo que tengo ahora, ¡11 libros es todo un récord!
Con los años, la lectura por placer se fue resintiendo, primero por la falta de tiempo, y luego por encontrar otros entretenimientos (internet, nintendoDS, candy crush...).
Este año los Reyes Magos me regalaron un ebook. Durante unos meses me costó acostumbrarme y no lo utilicé demasiado. Ahora lo llevo a todas partes y aprovecho cada ratito para leer un poco, aunque alterno los libros con cientos, miles, millones de artículos científicos de psicología.
No me puse ni me voy a poner un reto de estos de leer 50 libros al año ni nada así, porque entonces lo acabaría viendo como una obligación. Voy a seguir leyendo todo lo que pueda y me apetezca.
Ahora que veo la lista de los libros que leí durante este verano, me doy cuenta de lo heterogéneas que son mis decisiones: literatura infantil, juvenil, adulta y ensayo.
LIBROS QUE LEÍ EN VERANO:
- Charlie y la fábrica de chocolate (Roald Dahl): Parece mentira que a estas alturas de mi vida aún tuviera pendiente la otra gran obra del autor de la increíble Matilda. Vi las películas, la antigua y la de Tim Burton, y la verdad es que son bastante fieles a la historia del libro. Me gustó.
- Charlie y el gran ascensor de cristal (Roald Dahl): La delirante segunda parte de la fábrica de chocolate es una locura total. Willy Wonka da mucho miedito.
- Cómo ligar con una estrella de cine (Kristin Harmel): Una especie de sombras de Grey, pero sin sombras ni Grey. Es decir, chica con autoestima por los suelos conoce al chico perfectísimo de la muerte y se enamora. Es para todos los públicos. Novelilla romántica modelna a la que no se le puede pedir mucho, pero a mí me pareció entretenida.
- Cazadores de sombras: ciudad de ceniza (Cassandra Clare): El año pasado vi la película y me pareció un truño infumable. Me dijeron que los libros estaban mucho mejor, así que empecé con el primero y me enganché miserablemente. Me recuerda a Crepúsculo con sus vampiros y hombres lobo y criaturas varias, pero aquí al menos la protagonista es fuerte y luchadora, no una princesita torpe a la que el macho tiene que rescatar continuamente. Clary se sabe defender solita.
- Cazadores de sombras: ciudad de cristal (Cassandra Clare): Éste me lo dejaron. Yo pensaba que era una trilogía, pero me dijeron que son 6 libracos, y que el último sale estos días. Tengo lectura para rato.
- El miedo a la libertad (Erich Fromm): Aquí nos ponemos un poco serios y nos metemos de lleno en uno de los autores imprescindibles en psicología. Realiza un repaso de lo que significa la libertad para la humanidad desde la Edad Media hasta la época en la que fue escrito (años 40).
- La historia interminable (Michael Ende): Igual que Charlie y la fábrica de chocolate, La historia interminable lo tenía en la lista de pendientes desde la infancia. De nuevo otro autor al que admiro (Momo es una de mis biblias). Me entró el gusanillo de leerlo gracias a Aida. Si alguien me vio leer en la playa tenía que ser un espectáculo, porque en la primera parte me metí en la piel de Bastian y flipaba al mismo tiempo que él, abriendo mucho los ojos y seguramente poniendo caras. Me parece una obra maestra.
- El año que trafiqué con mujeres (Antonio Salas): El autor (con seudónimo) de Diario de un skin (que aún tengo pendiente de leer) se infiltra en una trama de compraventa de mujeres. Me pareció crudo, duro y horrible, sobre todo porque todo lo que cuenta es real, está retratando el sufrimiento de miles de personas reales. Ese Antonio Salas, sea quien sea, es un tío valiente.
- Diario de una ninfómana (Valerie Tasso): Éste lo leí hace años, pero me apetecía volver a leerlo porque Antonio Salas también habla de ella en su libro. Valerie, que hace unos años participó como colaboradora en Crónicas Marcianas, habla de su relación con el amor y la sexualidad, y cómo acabó metida voluntariamente en la protitución de lujo.
- El árbol lejano (Enid Blyton): Viniendo de la autora de los geniales libros de Los cinco, me esperaba un libro divertido y lleno de aventuras. En lugar de eso, me encuentro un delirio de personajes cursis llamados Caraluna, Cacharros o Seditas. Un mojón pinchado en un palo.
- Diario (Ana Frank): Éste lo leí en mi adolescencia, pero tenía ganas de leerlo otra vez. Me sorprendí a mí misma observando, desde mi perspectiva adulta, la evolución de la personalidad de Ana y los altibajos emocionales causados por tantos meses de encierro. Acabé de leerlo justo el último día del verano.
LIBROS QUE NO CONSEGUÍ ACABAR:
- Amigas entre fogones (Kate Jacobs): Gus es una cocinera famosa, una Arguiñano americana, que al cumplir 50 años se ve desplazada por cocineros más jóvenes. No fui capaz de leer más, no me enganchó nada nadita.
LIBRO QUE ESTOY LEYENDO AHORA:
- Edad prohibida (Torcuato Luca de Tena): De momento me está gustando, pero ya si eso os lo cuento en otra entrada :)
¡Y esto es todo! Para el poco tiempo que tengo ahora, ¡11 libros es todo un récord!
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