¡Nos vamos de despedida de soltera!

Este verano se casa una compañera de trabajo y amiga. Dentro de dos semanas le hacemos la despedida las del curro (aunque va a tener 3 o 4 despedidas más, uf) y yo me ofrecí a elaborar los broches que vamos a llevar. La mayoría de nosotras (creo que todas) odiamos el tema de dar la nota con diademas de piroliñas, así que me puse a buscar inspiración alternativa en la red.

Encontré una idea monísima en el blog de dimesydiretes, y me puse manos a la obra. Éste fue el resultado:

Me caso, no me caso, me caso, no me caso... Por supuesto la flor de la novia tenía que destacar entre las demás. Como le encanta el fucsia, elegí ese color para ella. Las demás, todas iguales de naranja, llamativo y veraniego.

Las letras las hice con glitter, azul para las nuestras y morado para la protagonista (cuando hice las fotos, oscurísimas por cierto, el glitter azul aún no estaba seco del todo). En los pétalos también repartí algo de glitter perlado, aunque en las fotos no se aprecia bien.

El patrón lo hice de la manera más cutre posible: cogí un colador enorme de la cocina, trasladé la circunferencia a un folio, y la repartí en secciones aproximadas para hacer los pétalos. Tan aproximadas, que me salió un número absurdo de pétalos: once.

Para la flor de la novia, cogí el mismo patrón y lo recorté algo más grande. Que se note quién manda.

Por detrás llevan dos imperdibles por si acaso, ya que son bastante grandotas y además van rellenitas.


Pobre, y pensar que ella cree que le vamos a llevar un boy...


P.D.: ¡Estoy de vacaciones!