Lo prometido es deuda: aquí están los detallitos que me encargó mi madre y que estamos cosiendo entre las dos:
Éstos son sólo unos pocos, claro. Los demás están en proceso, todos decorados ya, pero sin coser.
¡Vaya taller tengo montado en mi sofá!
Parece mentira, pero son toooooooodos diferentes: varía el color del fieltro, el lazo, el botón, los abalorios, las lentejuelas, el glitter... Las matemáticas del instituto me quedan un poco lejos, jejeje, pero son muchas combinaciones posibles.
Aquí un detalle de uno de mis preferidos:
Los brillantitos de este broche son de unos tirantes que compramos hace mil años para un vestido palabra de honor, y que al final no los usamos nunca. Otros broches llevan bolitas de collares, lacitos de los que traen las chaquetas para colgar... Incluso algunos llevan strass de una camiseta que tiré. ¿Materiales viejos? ¡No! ¡Vintage! Aunque la mayor parte de los materiales son nuevos, me gusta añadirles el toque único con adornos de mi colección :)
que paciencia tienes! yo ni para coser un botón!
ResponderEliminarTodo es ponerse, aunque te tiene que gustar, como todo, claro. A mí me relaja un montón, y además a veces me saco un dinerillo cuando me hacen encargos :)
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