- Tanto mi Pinchiño como yo, cuando éramos pequeños (y viviendo en países diferentes), les llamábamos
"vampiros" a las ciruelas que son rojas por dentro y negras por fuera.
- Tanto mi Pinchiño como yo conocimos de pequeños el significado de la expresión
"alea jacta est" a través de un cómic. El mío era un cómic de los Pitufos, y el suyo de Astérix.
- Tanto mi madre como yo, cuando colgamos una prenda de ropa, usamos dos
pinzas del mismo color y tamaño. Somos incapaces de colgar un par de calcetines con dos pinzas diferentes.

- Todos (o casi todos) los miembros de mi familia comemos el huevo frito de la misma forma: vamos comiendo primero la clara, y dejamos la yema para el final, para poder mojar las patatas (ahora que lo pienso, hace
siglos que no como un huevo frito con patatas, maldita dieta).
- Cada vez que tengo
vacaciones... llueve y truena hasta el día que me reincorporo al trabajo.
- Cada vez que pienso en llamar a mi madre, suena el
teléfono y es ella. Cada vez que mi madre piensa en llamarme, suena el teléfono y soy yo.